RCW: ORIGEN EXTREMO 3
Pocas veces la lucha libre nacional nos permite ser positivos ¿Sera este uno de esos casos? ¿O tendremos otra critica constructiva de un evento destructivo?

RCW vuelve a traer un viejo conocido a la mesa: la tercera parte de ORIGEN EXTREMO, show icónico de la nueva dirigencia (no así de la agrupación, ya que es la primera edición que se hace bajo el sello de RCW LATAM). Para quien no lo conozca, el concepto del espectáculo es que todas las luchas tengan una estipulación extrema. ¿Lo habrán sabido aplicar o el chiste se gastó en poco tiempo? Yo soy Frankie Cepeda, y a veces toca ser positivo.
Antes de iniciar, quiero destacar tres puntos de la producción del show. Como ya he dicho, de RCW LATAM espero la máxima calidad en un show, ya que así es como ellos venden su producto.
Punto positivo: Mis felicitaciones para la agrupación por encontrar al talento detrás del micrófono, ya que se nos presenta un nuevo presentador: Agustín Cánovas. No sé si es nuevo en el ambiente (perdón por mi ignorancia), pero es la primera vez que lo veo y supo ocupar bien su rol. Mis 10 para él y para la producción por ver en su persona a un buen ocupante para un lugar tan importante como es el del presentador.
Punto negativo: El staff no estuvo muy al pendiente del show, teniendo así que participar los enfermeros en la recolección de ropa de los luchadores, objetos, estar atentos para atender alguna necesidad del público, etc. Debería recordarse que las personas que ocupan este puesto no están ahí para mirar las luchas, sino para trabajar. Si bien fueron rápidos en ciertos casos, no fueron del todo idóneos, barriendo polvo sobre la barra, pequeños objetos sobre los asientos del público o sin recibir cosas que tenían que.
Punto raro: La dirección y fecha del show no era información que se comunicara de forma sencilla en sus redes sociales. Los reels que se usan para dar a conocer qué luchas serán las que estén en el show son lindos, pero no del todo útiles, dejando esta información en segundo plano. Se comunica antes el nombre de los luchadores que la dirección del lugar donde estarán presentes.
Pero ahora sí, empecemos con lo más importante: las luchas. Y el show abre con…
Pro-Legion (Gabriel y Percy) (c) vs What is Love (Bobby Cruz y Luke Luman) vs El Diablito y Franco Pedra (7,8)

Tornado Tag por los títulos en pareja de RCW Latam. Originalmente planeada como una 2 vs 2. Es fácil saber cuando un grupo de personas sabe lo que hace, y PRO-Legion sabe muy bien qué hacer. Su química tanto in-ring como en la comedia es excelente, son esos los equipos que me hacen desear que Argentina tuviera más talentos para participar. Una lucha con todos los condimentos de un gran opener: entretenida, atlética y marcando muy bien la personalidad de cada uno, siendo esto muy difícil cuando comparten el ring seis luchadores.
Debo destacar que tanto Percy como Luke Luman me parecen material de campeón individual, pero si el cierre de esta review es destacar, tengo que darle todas sus flores al Diablito. Persona que está encontrando su presencia, sabe aprovechar el espacio que se le brinda. Cada una de sus apariciones es mejor que la anterior y nos deja entrever un gran talento joven que está creciendo, no solo en edad sino en personalidad
Matías “Striker” Toledo vs Byron Blare (7)

Una lucha de teclados. De esas que a primera vista me hace dudar de su calidad antes de iniciar, no por el talento presente sino por la estipulación, ya su necesidad de escribirse en inglés me parece barata. Pero al encenderse la luz y ver no menos de 20 teclados entendí y abracé el concepto. ¿Aprovechado? Yo creo que sí, pero en la sobresaturación y la velocidad de querer evitar baches encuentro que el chiste de los teclados se termina rápido.
Nos deja con dos luchadores que no necesitan una estipulación para sobresalir, pero que cae en la maldición de la segunda lucha: un público ya saturado, ya lleno, y esto recién arranca. Byron es talentosísimo, no se queda corto como villano, pero sí con su lenguaje, tanto el verbal como el corporal, porque si bien es buen rival, no deja de verse como un niño. No vería con malos ojos el agregado de un manager en su nueva faceta.
Toledo es un gran concepto de luchador, es un cocinero de bodegón de barrio, hace magia con pocos ingredientes. Bookearía alrededor de él, pero más no es mejor, y esta lucha se estiró de más. Con un público cansado, no nos queda más que esperar a que termine. Lástima, con un par de minutos menos hubiera sido mejor.
Razor vs “Wildcard” Mike Brooks (6)

Lucha atados. Y quiero empezar recordando que la lucha libre es espectáculo desde que ponés un pie en la entrada, y Razor lo entiende muy bien. Su persona presenta entretenimiento desde que aparece en escena, se nota su trasfondo de showman. Amaría poder decir lo mismo de su rival, pero volvemos a repetir una frase: “el chiste se termino muy rapido”, y Brooks viene teniendo la misma personalidad desde antes del 2020.
Ya está. No digo que deje de la actividad, pero sí que le hace falta una renovación. En la lucha es totalmente opacado y, en mi opinión, victorioso sin necesidad, ya que no siento que se pueda construir nada a base de él, pero sí de Razor, luchador que está de regreso y, si hace bien las cosas, puede poner al público en su palma.
Veo correcto que la lucha sea tocando los cuatro esquineros, pero tenemos el mismo error de la anterior: se estira mucho. ¿Cuántos amagues vamos a tener de que Brooks toca las cuatro esquinas? Y no solo se repiten en ese sentido, sino también en el face derrotado y deprimido post-lucha. Se enfocaron mucho en que nadie use el mismo elemento en cada lucha y no en que no se repitan ciertos momentos. Como cierre, decir que al igual que Luman y Percy, Razor tiene todo para ser un face con oro en el hombro.
Tomás “De Parfum” vs Ryan Klein vs Vladimir Zukhov (c) (8)

La “Guerra Civil”: los ex compañeros chocan por un premio más grande que la venganza de una traición, por el título argentino de RCW Latam.
Uno que lleva años en esto se da cuenta cuando tiene estrellas delante. Así también, uno se da cuenta a quién pedirle más y a quién sus limitaciones no le impiden ser un gran entretenedor. En este caso, el talento joven, la presencia y el carisma los traen Ryan Klein y Tomás De Parfum a la mesa. Dos pibes que en una escena más cargada sobresaldrían igual. ¿Por qué? Porque lo tienen. ¿Qué cosa? LO TIENEN Y PUNTO.
Una que otra tuerca a ajustar, pero ellos también lo saben. Una lucha que empezó con un Parfum lesionado desde el minuto cero luego de un mal aterrizaje en su entrada, lo cual no le impidió darlo todo. ¿Inteligente o testarudo? Eso se lo dejo al lector. Pero, obvio, esta lucha la conforman tres personas. ¿Y Vladimir? No es malo, pero hace lo que puede con lo que tiene. Capaz su gimmick no le permite desarrollarse del todo y se ve opacado por dos jóvenes que ya saben quiénes son.
Sumaron muchísimo al espectáculo. La química se notó y también el cuidado de la producción para con algunos objetos. ¿Vidrios en el escenario? Desde mi humilde lugar no solo lo celebro, sino que los felicito por tal decisión. El staff vuelve a brillar por su ausencia en el vuelo de Ryan hacia afuera, vuelo que podría haber aterrizado sobre el público, pero por suerte no. Una mesa que no acompaña y el tercer golpe en los huevos en solo cuatro luchas serían mis únicas acotaciones “negativas”. Ninguna de ellas se podría considerar 100% culpa de los luchadores que protagonizan el match. Un final correcto y el empuje a un joven que no solo lo necesitaba, sino que lo merece.
MKO vs Dixon (8,8)

En una lucha donde “Los Fans Traen las Armas”. Estas son las luchas que odio amar porque debería recalcarles el cuidado que tienen que tener con sus cuerpos, pero después veo a Mirko caer de cabeza sobre tachuelas y no puedo no estar re manija.
Pero bueno, no quiero dejar de ser la vieja cuida del ambiente. Si bien en Chuck se denota su experiencia en cada cosa que hace, en su caminar, en sus pausas, en su presencia, en Mirko no. Es bueno en todo menos en tener una personalidad, abarca mucho y no aprieta nada. Su música de entrada no te prepara para la bestia que va a entrar. Sus moves varían entre las de un powerhouse y las de un volante. Sin ir más lejos, tira un Shooting Star Press desde el borde del ring hacia un Chuck que pesa menos de 80kg. Pero, nobleza obliga, no hay que olvidarse que no lleva más de dos años en el ambiente, y encontrar tu persona es lo más difícil de un luchador. Por ahora, su personalidad y su presencia no se llevan bien, y eso mancha a una bestia que tiene potencial para ser una de las caras del wrestling argentino en unos años.

Lucha correcta que se sostiene sobre sus spots. Los elementos fueron bien utilizados, no así tan bien mostrados. El de la última fila tiene que saber qué tenés en la mano, y si estás en este baile tenés que bailar, y no tener miedo a pegar con un tubo de luz a la cabeza de tu rival, ¡CHUCK! El mismo que vuelve a su faceta más amada, la de face. Bienvenido Dixon, te estábamos esperando y es un gusto tenerte de vuelta… a pesar de que RCW NECESITA VILLANOS.
Chuca vs Maikol vs Juan Pollacchi vs Judas Cage (7)

Como tu hermano mayor llevándote a pasear cuando mamá y papá están discutiendo, esta lucha llega a calmarte antes de que alguien se vaya de casa. Una lucha estilo “Halloween” que llega a relajarnos luego de lo que fue una masacre y antes del anticipado Main Event.
Cuatro luchadores con personalidades muy marcadas y muy distintas: Chuca redescubriendo quién es con un gimmick totalmente contrario al formal que estábamos acostumbrados, un Judas que bordea la comedia —un área que le es cómoda pero totalmente nueva para su persona actual—, Pollacchi, el pibe que está creando sus primeros recuerdos en la escena, y Maikol, el favorito del público de RCW.
No hay mucho para decir, ya que se sintió como lo que es: una lucha de relleno, disfrutable, pero que está ahí como panera, para que no te llenes. Si tengo que remarcar algo, es que espero que Maikol explote este lado más relajado que se le permite usar en la agrupación, que Pollacchi no pierda el rumbo y que Chuca decida qué es: ¿un héroe o un villano?
¡No me vengan con que alguien puede ser “anti-héroe”! Ustedes lo llaman así, yo lo llamo no tener personalidad. Chuca puede pecar de eso, pero paciencia, que es una nueva faceta. Seguro veremos más y mejores cosas del ex campeón de Legión Nueva Era.
Lucio vs J-Master (9,8)

Uno, en tantos años, ve muchísimas luchas en vivo: algunas malas, otras buenas, otras excelentes… pero pocas veces uno ve cartas de amor al wrestling desplegadas en vivo.
Dos talentos marcados: uno joven, en ascenso, con un contexto que puede que no lo ayude a limar asperezas, pero con un hambre de gloria que lo hace seguir creciendo, J-Master. El otro, un veterano siendo una persona de menos de 30 años, y se nota. Lucio es la definición de luchador argentino, y en estos minutos de lucha ambos demuestran aquella cualidad que los separa a ambos del resto: La inteligencia.
Entienden lo que quieren comunicar: los amagues a atacar con objetos, la construcción de los spots con mesas, los kick-outs perfectamente colocados y ejecutados, hasta un detalle tan mínimo como que es la única lucha con un llaveo inicial. Todo en este encuentro está pensado (o perfectamente improvisado) para establecer a RCW como EL LUGAR de wrestling argentino, a J-Master como un campeon creible y como carta de despedida de Lucio al publico que supo acompañarlo durante todo su tiempo luchando en Argentina (aprovechamos este pequeño momento para desearle la mejor de las suertes en su futuro por tierras europeas)

Mis felicitaciones para ambos y para todo aquel que formó parte del armado de este momento icónico de la lucha libre nacional. Sería un 10 si no fuera por el spot final y porque la victoria de J me deja con más dudas que certezas. Realmente no veo la construcción de alguien que lo pueda vencer, y creo que esta hubiera sido una oportunidad para hacerlo sin sacarle credibilidad.
Pero creencias aparte, quiero cerrar con algo que pensé apenas sonó la campana que dio inicio al encuentro ,aquella con la cual el público ya coreó “¡Esto es lucha!” sin que ninguno de los dos siquiera se hubiera movido, y que ratifiqué en las campanadas que dieron el cierre al mismo.
Un día alguien me preguntará ”¿qué es el Wrestling Argentino?”, y yo responderé:
“J-Master vs Lucio – Origen Extremo 3.”
Gracias por leer.



